REPORTAJE CROSSMEDIA. El reloj marca las 21:30 y llegamos al Fantasio, un salón de eventos ubicado en la calle Colón, en pleno corazón de La Paz.
La lluvia y la niebla daban un aspecto peculiar a la noche, quizás más triste, pero eso no arruina los planes de las cientos de mujeres que deambulan por las calles de la sede de gobierno porque hoy es jueves de comadres y es muy conocido, en especial por los «buitres».
Tras permanecer algunos minutos en la puerta intentando crear el pretexto ideal que me permitieran ingresar a la fiesta de las comadres —de exclusividad femenina según el cartel publicitario y las peculiares tradiciones—, nos acercamos al encargado de las entradas para venderle una historia.
¡Ah sorpresa! ingresé a la fiesta sin problema y ninguna cantaleta. Subimos cuatro pisos y por fin ingresamos al mentado «boliche» bajo la atenta mirada de dos sujetos altos de overol negro que, contrariamente a ofrecer «seguridad» en el ambiente para los clientes, se sumaban a otros pocos «carroñeros» que ya se encontraban allí y estudiaban a sus «presas» desde distintos puntos cercanos a la pista de baile.
Bastaron algunos minutos para que Cleidy y yo nos diéramos cuenta que el denominando «show ardiente de streepers» del que tanto alardeaba el vendedor de entradas era una burda mentira. Una táctica de marketing hecha en las redes sociales para incrementar la venta de las boletos, pero eso no pareció importarle a las comadres. A ellas nadie les ahogaba la fiesta en la compartían historias, risas y bebidas.
Mientras constatamos eso, otra discoteca del centro paceño hacía un streaming (retransmisión en directo por redes sociales) aquel show que no llegó a realizarse en el Fantasio.
Con el paso de las horas notamos que las “canastas de comadres” —de esas que se entregan tradicionalmente entre mujeres esta fiesta—, no existían porque no vimos ni una sola en el salón. Los que si comenzaban a aparecer en el lugar fueron los varones que cual buitres al acecho comenzaban a revolotear por el sector y a observar los movimientos de las ocasionales comadres que servían el ron y la cerveza y bailaban al son de los Canarios del Chaco, artistas que no podían faltar en este tipo de jolgorios.
Disfrazadas de conejitas, gatitas y policías, grupos de mujeres se disputaban el reconocimiento «como la mesa más prendida de la noche» a decir del animador de la fiesta que fue cobrando mayor cuerpo con la llegada de más hombres, entre jóvenes y mayores, que al conocer que eramos periodistas evitaron responder nuestras consultas del porqué habían decidido llegar al lugar siendo que era un evento “ladys night” (noches de damas).
«MIS AMIGAS ME CUIDAN (…) NOS CUIDAMOS ENTRE TODAS»
Sigilosos y entre el bullicio de las copas y la música de violín, nos acercamos a las comadres para conversar. Algunas aceptaron tras una breve charla con Cleidy, mientras yo nuevamente repetía el pretexto del inicio en mi cabeza para justificar mi presencia en ese lugar. Finalmente no hizo falta explicar nada.
—¿Te sientes segura teniendo en cuenta que fuera del local había hombres?—, preguntó mi compañera a cuatro de ellas y estas respondieron.
Salimos del Fantasio a poco de que se escuchara las campanadas de las 1 de la madrugada desde la Plaza Murillo. Dejamos atrás la estruendosa cumbia y mientras bajábamos por las gradas encontramos a otro grupo de chicas que se arreglaban los escotes y las faldas del peculiar uniforme que, según nos contaron, mandaron mandado a confeccionar especialmente para esta ocasión.
El improvisado vestidor de las jóvenes pronto se convirtió en el centro de atracción de los chicos que pasaban por el angosto pasillo. Miradas van, miradas vienen. Uno que otro hace su paso más lento a ver aquel peculiar momento.
Tras una breve charla con ellas salimos rápidamente tratando de escapar de la lluvia que lentamente remojó las calles paceñas. Mientras recorríamos el mismo pasadizo para salir del lugar nos percatamos que la presencia de los buitres comenzaba a incrementarse, tanto dentro como fuera de la fiesta. Estos últimos eran los más «abnegados» porque pese a la lluvia se mantenían atentos y vigilantes.
Camino a casa me dediqué a revisar el Facebook. Bastó poco tiempo para constatar que las redes se llenaban de advertencias. La casería de los buitres había comenzado…
DE LOS FESTEJOS A LAS VIOLACIONES SEXUALES
Hace algunos años la fiesta de comadres se cumple en diferentes ciudades del país y con mayor vigencia entre las jóvenes. Alrededor de esta celebración, la oferta de disfraces, souvenires y agasajos apuntan a una cultura del consumismo.
El Jueves de Comadres está dedicado a la hermandad, amistad y complicidad entre mujeres. Surge en Europa, más concretamente en Asturias, España, donde las sociedades antiguas altamente machistas, dedicaban esta fecha a un intercambio de roles, es decir, que solo por un día el esposo era quien se quedaba en casa y la mujer salía a divertirse. Una especie de “mundo al revés” para dar inicio al carnaval.
La fiesta fue transformándose hasta nuestros tiempos y en Bolivia, particularmente en Tarija, es sumamente popular. Se identifica por el empoderamiento de las mujeres, gremiales o trabajadoras. “Un espacio que vale la pena rescatar”, según Zulema Paniagua, periodista especializada en género.
Desde el 1999 en Bolivia se tipifica y sanciona la violación en estado de inconsciencia a través del Artículo 308. ter. del Código Penal , delito que tiene una pena de hasta 15 años de privación de libertad.
Sin embargo, los mensajes que incitan agresiones sexuales a mujeres en estado de ebriedad en la celebración, adquieren mayor cantidad de adeptos en las redes sociales a través de los denominados memes.
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Incluso conductores de televisión de medios nacionales incitan a estas prácticas a través de mensajes como:
“Amigo, caballero: salga hoy Jueves de Comadres a partir de las de 10 de la noche y le irá muy bien”.
Las estadísticas nos muestran cifras escalofriantes respecto a los casos de violación sexual en la gestión pasada y durante las fiestas carnavaleras.
La Fiscalía de distrito del departamento de Tarija recibió recientemente una denuncia de intento de violación a una mujer de 40 años. El presunto agresor sería un amigo que trató de aprovechar el estado de inconsciencia de la mujer debido el excesivo consumo de bebidas alcohólicas durante la noche de la celebración por comadres.
En un breve contacto con el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de La Paz, Jhonny Reynaldo Vega, este medio confirmó que no se reportaron casos de abusos o violaciones sexuales contra mujeres en la celebración de comadres, aunque aclaró que este tipo de casos no solo se dan en esta fecha especifica sino durante el transcurso de todo el carnaval.
Oficina de la FELCV de La Paz. Foto: Radio Fides
LO QUE OPINA LA GENTE…
En una pequeña encuesta realizada a través de la plataforma de Facebook se pudo evidenciar que los internautas, de la que mayoría eran mujeres, señalaron que los varones asistían a las discotecas en día de comadres con la intención de conocer a una chica (93%), mientras que un 7% dijo que los chicos asistían a la celebración para acompañar a sus parejas.
Entre los comentarios, la gente opinó que los hombres «iban de cacería» y a ver si podían «levantarse a una chica». Uno de los pocos varones señaló que «a río revuelto ganancia de pescadores».
Experimentos de Arnold Guac 